Que sí, que ya sé que en la mayoría del país más que para encender el horno estáis para meteros dentro del congelador y no salir hasta octubre. Pero es lo bueno de vivir en Asturias, que por suerte, los días de calor extremo se cuentan con los dedos de una mano. Y digo suerte porque sí, no me gusta el calor. Es más, lo ODIO. Así, con mayúsculas. Y no me escondo para decirlo. No es higiénico, ni por supuesto saludable. Por eso me encanta nuestro paraíso. Que para los que vivís fuera, no llueve tanto como se cuenta. Y sí, puede que no tengamos un verano al uso, pero al menos aquí podemos dormir por las noches, y podemos vestirnos y no parecer seres a los que les ha atacado un león dejándoles solo las chanclas de piscina. Así que sí, yo en verano enciendo el horno y hago bizcochos. Como este de fresas y limón que os traigo hoy.
Tampoco es un bizcocho complicado, ni os vais a pasar mucho rato en la cocina. Vamos, que no corréis riesgo de insolación.
Bizcocho de Fresas y Limón.
Ingredientes:
- 2 huevos M
- 100 gr de mantequilla
- 25 gr de aceite de oliva suave
- 125 gr de azúcar
- ralladura y zumo de 1 limón mediano
- 125 gr de harina
- 1/2 tsp de sal
- 1 y 1/4 tsp de levadura química/polvo de hornear
- 10 fresas/fresones cortados en láminas + 1 cucharada de harina
Elaboración:
- Precalentamos el horno a 180º y forramos con papel de horno un molde alargado de 22 cm.
- Tamizamos harina con levadura y sal, y reservamos.
- Lavamos muy bien las fresas y cortamos en láminas finas. Mezclamos con la cucharada de harina.
- Mezclamos azúcar con ralladura de limón. Incorporamos la mantequilla, que debe estar blanda, y batimos bien.
- Añadimos los huevos, uno a uno, y batimos muy bien, casi hasta que hayan doblado su tamaño. Añadimos el zumo de limón y el aceite poco a poco, y continuamos batiendo.
- Incorporamos harina y mezclamos con la ayuda de una espátula.
- Retiramos el exceso de harina de las fresas y las incorporamos a la mezcla anterior. Mezclamos con cuidado.
- Vertemos la mezcla en el molde y horneamos a 180º durante unos 40 minutos o hasta que al pinchar en el centro el tester salga limpio.
- Retiramos del horno. Dejamos reposar dentro del molde 5 minutos y luego desmoldamos para dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
¿Merece la pena el riesgo o no?
¡Buen fin de semana!
Natalia.