Receta de Brioche de Calabaza

No sé si es influencia de la costilla que vive en Badayork, pero cada vez me gusta más el otoño. Adoro el momento del reencuentro con mis botas favoritas, mi adorado abrigo negro y mis múltiples pañuelos y bufandas. Y eso que por aquí, ya no es lo que era. Hace muchos años que las estaciones como tal ya no existen. Lo mismo te pones las botas en julio que las sandalias a finales de octubre. Pero lo que más me gusta del otoño, es volver a amasar. Vale, sí. Hago pan todo el año, pero cuando acaba el verano se convierte en una rutina más. Panes y brioches son en algo habitual en mi cocina. Y si es aprovechando los ingredientes de temporada, como la calabaza, mucho mejor.

Aunque mi otra costilla tiene una relación amor-odio con la calabaza, yo no desisto. Porque he descubierto que si es en forma de pan, de bizcocho o magdalenas, se la come sin rechistar. Por eso, como todo en esta vida es negociable, hemos llegado a un acuerdo. Las cremas y sopas para mí, y los dulces con calabaza para él.

Adoro todos los panes dulces. No hago distinciones. No hay mayor lujo para desayunar que una rebanada de un brioche, ligeramente tostada y untada con mantequilla salada. Y si además lo acompañas de una buena mermelada casera, el placer es máximo.

El brioche que os traigo hoy es de esos que os harán suspirar. Con el toque justo de calabaza. Tampoco vamos a pasarnos. Un brioche tierno, esponjoso… Y lo mejor de todo, sencillo. Apto para todos los niveles. Sin excusas.

Brioche de Calabaza

Ingredientes:

• 250 gr de puré de calabaza
• 15 gr de levadura fresca de panadería
• 250 ml de leche templada
• 620-700 gr de harina de fuerza
• 2 huevos M
• 100 gr de mantequilla
• 100 gr de azúcar
• pizca de sal
• 1 (tsp) cucharadita de canela
• 1/2 (tsp) de clavo molido
• 1/2 (tsp) de nuez moscada

Elaboración:

1. Lo primero que haremos será preparar el puré de calabaza. Yo siempre lo hago la noche anterior, para que esté bien frío. Podéis cocer, asar… Como lo hagáis habitualmente. En esta ocasión he asado la calabaza espolvoreada con un poco de pimienta y nuez moscada.
2. Disolvemos la levadura fresca en la leche templada. Removemos bien, tapamos y dejamos reposar durante 15 minutos.
3. En un bol, batimos los huevos y añadimos la mezcla de leche y levadura, azúcar y mantequilla fundida. Mezclamos todo muy bien. Añadimos el puré de calabaza, sal y especias y mezclamos de nuevo.
4. Añadimos la harina, poco a poco (es posible que no necesitemos toda)
5. Es una masa hidratada, por lo que nos emplearemos con el amasado francés hasta que tengamos una masa lisa y muy elástica.
6. Engrasamos ligeramente un bol, colocamos la masa dentro, cubrimos y dejamos reposar hasta que haya doblado su tamaño. Aproximadamente durante 1 hora y media.
7. Pasado el tiempo de reposo, amasamos ligeramente durante un minuto.
8. Pesamos la masa y la dividimos en tres partes iguales, a las que daremos forma.
9. Forramos un molde alargado con papel de horno, y colocamos la masa. Cubrimos y dejamos reposar de nuevo durante unos 45-60 minutos.
10. Precalentamos el horno a 180º
11. Pintamos con un poco de leche y horneamos a 180º durante 45 minutos. Si se dora demasiado rápido, cubrimos con papel de aluminio.
12. Retiramos del horno, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
13. El pan estará listo si al golpear la base suena hueco.

No dejéis pasar este fin de semana largo sin prepararlo, porque os va a encantar. Lo sé. Y yo nunca miento.

Buen fin de semana.

Natalia.