Llevo meses escuchando en los medios de comunicación y a nuestros políticos decir que por fin estamos saliendo de la crisis, que empieza la recuperación del empleo, que España es ejemplo del esfuerzo de todos (aunque yo más bien diría que de unos pocos, de los mismos de siempre) vamos…, los mismos famosos «brotes verdes» que tanto nos hicieron reír hace unos años.
Sí, de nuevo hablan de «brotes verdes» y a mi me da la risa. Pero una risa floja, sin ganas, que lo que oculta es cabreo, indignación, decepción. Incluso vergüenza por cómo dejamos que nos tomen el pelo de esta manera, y de pensar que parte de lo que está pasando es culpa es nuestra.
¿Que se está creando empleo? ¿para quién? ¿y en qué condiciones? Creo que el informe de Cáritas de la semana pasada lo ha dejado bastante claro. Y por suerte, esta vez, no hemos tenido que soportar declaraciones contándonos lo mucho que miente Cáritas, que sus informes sólo incluyen datos sesgados, que no son un reflejo de la realidad… porque ya sería el colmo.
Porque sí, se crea algún que otro puesto de trabajo, pero todos sabemos las condiciones de esos trabajos (si es que aún se les puede llamar así) Trabajos de 1 ó 2 horas a la semana, jornadas interminables por poco más de seiscientos euros y con suerte, alta en la seguridad social media jornada, becas, contratos en prácticas… y la lista es interminable. Y todo ésto sin protestar, porque menuda suerte que tienes, «has encontrado trabajo» Pero no nos engañemos, eso no es trabajo.
¿Y los que no tenemos trabajo? De nosotros ya nadie se acuerda, porque claro, ya somos un grupo pequeño, formamos parte de ese desempleo estructural que siempre ha existido, incluso es posible que no queramos trabajar…. (no sé si se capta bien mi ironía) Ese grupo que no interesa al estado, porque ya no cobramos ningún tipo de prestación o de ayuda, y evidentemente ya no importamos porque no hay forma posible de que te sancionen y te suspendan la prestación durante un mes si se te ha olvidado sellar el desempleo, o si un día no asistes a esas famosas charlas de orientación laboral. Esos que sólo contamos con el apoyo de la familia, y a los que nos repiten hasta la saciedad, que no podemos quejarnos. Y sí, puede que en ésto último haya un poco de razón. Soy muy consciente de que mi situación no es la peor, que hay gente que lo está pasando verdaderamente mal, pero yo no he llegado hasta aquí para depender del soporte económico de mi marido o de mis padres.
Y os preguntaréis a qué viene todo ésto. Sabéis que normalmente no suelo meterme en polémicas, intento respetar todo y a todos. Pero a veces, cuando estás cansada de callarte todo, de poner buena cara, llega un momento en el que el vaso, que hace ya meses que está medio lleno, de repente se llena, y la mayoría de las veces pasa por una tontería, como es mi caso, pero en estos momentos para mi, es importante. ¿Y qué ha pasado? pues nada, que no sólo encontrar trabajo se ha convertido en la búsqueda del santo Grial, intentar formarte también. Porque la risa te da cuanto te apuntas a un curso del Inem (porque ya no puedes permitirte el lujo de seguir tirando el dinero en cursos, master y demás), y te dicen que estás en la lista de reserva porque tienen prioridad los mayores de 45 y los menores de 30 años. Y es en ese instante, cuando pasan muchas cosas por tu cabeza, cuando de repente algo hace «clic» y te preguntas, ¿en qué momento tener 38 años, formación y experiencia laboral se ha convertido en un castigo?
Por eso me vais a perdonar (sé que lo que voy a decir no os gustará a muchos y que la expresión no es muy correcta, pero lo digo tal y como lo siento) Me importa un pito el amago separatista de Cataluña, que Pablo Iglesias no vaya a la recepción real el día de la Hispanidad o que la vicepresidenta baile con Pablo Motos. No me interesa la vida carcelaria de la Pantoja y lo mal que lo pasa la pobrecilla. Mis problemas y los de otros muchos que están en mi misma situación, son reales.
Al menos yo, creo y sé que merezco más. Porque he trabajado y me he esforzado durante muchos años, para ahora tener resignarme a aceptar las migajas que ciertos personajes quieren repartir, o escuchar lecciones de lo que tengo o no tengo que hacer. Sé que lo difícil es seguir manteniendo mi cabeza en su sitio, con sus días buenos y sus días malos, pero sin resignarme, sin tirar la toalla. Y seguir mirando hacia adelante.
Al menos yo, creo y sé que merezco más. Porque he trabajado y me he esforzado durante muchos años, para ahora tener resignarme a aceptar las migajas que ciertos personajes quieren repartir, o escuchar lecciones de lo que tengo o no tengo que hacer. Sé que lo difícil es seguir manteniendo mi cabeza en su sitio, con sus días buenos y sus días malos, pero sin resignarme, sin tirar la toalla. Y seguir mirando hacia adelante.
Dicho ésto, quiero que sepáis que en ningún momento he pretendido convertir la entrada de hoy en un panfleto político. Es sólo mi forma de desahogarme, de expresar cómo me siento hoy. Al que le guste genial, y al que no…, también.
Y por si aún queda alguien que quiera seguir leyéndome, es viernes y empieza el fin de semana, os dejo una receta muy fácil y rápida.
Y por si aún queda alguien que quiera seguir leyéndome, es viernes y empieza el fin de semana, os dejo una receta muy fácil y rápida.
Son unas empanadas de compota de manzana y arándanos, muy rápidas de preparar y que están muy ricas.
Ingredientes.-
- 2 manzanas reineta
- 60 gr de azúcar moreno
- 120 ml de agua
- 30-40 gr de arándanos secos
- 1 cucharada (tbsp) de canela
- Ralladura de 1/2 limón
- Masa quebrada
- 1 huevo )para pintar la masa
Preparación.-
En esta ocasión, he utilizado masa quebrada comprada. Con estas cantidades he preparado 4 empanadas.
Pelamos las manzanas, les quitamos el corazón y las cortamos en daditos. Las ponemos en un cazo con el resto de ingredientes, mezclamos bien y preparamos la compota. Cuando esté lista, retiramos del fuego y dejamos templar.
Precalentamos el horno a 200º
Estiramos la masa, y con un cortador circular vamos cortando la masa, bases y tapas. En las tapas haremos un corte en forma de cruz.
Ponemos un poco de relleno en el centro, pintamos los bordes con huevo batido y colocamos encima la masa, presionando los bordes para que se peguen, y luego haciendo más presión con un tenedor para cerrarlas completamente. Las colocamos sobre la bandeja de horno cubierta con papel.
Si nos sobran trocitos de masa, con un cortador pequeño en forma de hoja, cortamos masa para decorar las empanadas.
Pintamos con huevo batido, y horneamos a 200º durante unos 15 minutos. Hasta que veáis que están doradas y crujientes.
Sacamos del horno y dejamos sobre una rejilla. A mi como más me gustan es un poco templadas.
¿Habéis visto qué fáciles? Pero lo mejor de todo es lo ricas que están.
No siempre tenemos que hacer cosas complicadas para disfrutar en la cocina. Hay días en los que lo que necesitamos son cosas sencillas, porque bastante complicada es ya la vida, ¿no?
No siempre tenemos que hacer cosas complicadas para disfrutar en la cocina. Hay días en los que lo que necesitamos son cosas sencillas, porque bastante complicada es ya la vida, ¿no?
Pues si que, yo venía a ver tu receta y me has dejado impactada, el caso es que no puedo estar más de acuerdo contigo, posiblemente yo, además, hubiese usado algún tipo de calificativo que tú muy prudentemente has evitado, así que enhorabuena!! y respecto a la receta, mañana iba a hacer tarta de manzana del mismo estilo, pero acabo de decidir convertirlas en tartitas, ñaaam!! a ver si me da tiempo y te comparto una foto.
xoxo
Amén !!!
Tengo 44 años, y llevo muchos en tu misma situación.
Ahora estoy deseando cumplír los 45 ( lo nunca visto !) para que me llamen para los cursos del Inem, o para ver si las empresas se deciden a contratarme, ya que con esa edad reciben bonificaciones. Una pena.
Y como tu dices, encima no me puedo quejar, porque mi marido tiene un buen empleo, y hay gente que está infinitamente peor. 🙁
Los brotes verdes me ponen mala. Ya ni quiero ver la tele, ni leer el periódico. Harta estoy de tanta gentuza !
Suerte Natalia, mucha suerte. Gente que vale como tu debería estar currando si o si. Llegará tu momento, ya lo verás. Ánimo !
Un beso grande.
Por cierto, las tartitas de escándalo, como no podía ser de otra manera ! 🙂
Muchas gracias Sara! Es una reflexión de esas que de vez en cuando sienta bien soltar.
Deseando ver tus fotos!
Besos.
Menudo equipo estamos hechas….!!! Como bien dices, sólo interesaremos en el momento en el que puedan recibir algo a cambio. Triste, pero cierto…. Lo que demuestra el tipo de país en el que vivimos…. En fin, que ya sabes tú que no soy yo de "andar llorando" por aquí, pero me salió del alma!
Un besazo enorme!
Quiérote!!!!!
!!Cuánta razón tienes!!!!!
Me ha encantado esta receta y creo que el domingo la voy a preparar. Te han quedado unas empanadas preciosas!!
Un saludo, Begoña
Fenomenal tu reflexión y sobre todo poderte desahogarte de alguna manera, pues creo que te gustaría gritarlo delante del gobierno y bien alto.
Tengo que hacer las tartitas, tienen que estar de escándalo….., ¡¡¡¡¡animo!!!!!
Amén! Qué razón tienes… Dejé un trabajo por horas hace años porque no podía permitirme poner dinero encima del sueldo para llevar a mis hijos a una guardería… Y después de eso, se supone que no trabajo porque no quiero, y la realidad es que no me dejan… Vergüenza tenía que darles, concho! No podría estar más de acuerdo con tu reflexión, que de alguna manera tenemos que hacernos oír!! Un besote!
Besos!
Siempre viene bien, ¿verdad?
Besos.
Ayyyyy, Montse…. Y que aún hay gente que nos da lecciones…
Un besazo!
Primero decirte que las tartitas están de impresión!!
Ahora… Tengo que confesar que tengo casi 50 tacos (aunque no los aparente, jejeje). Me echaron de la empresa en la que llevaba 12 años trabajando, al mes de incorporarme de una baja por un cáncer de mama, les dio muchisima pena, pero me echaron (con 20 dias por año).
Mientras que cobraba el desempleo, se me olvidó un mes sellar (estaba ingresada recuperándome de una de las muchas operaciones que he sufrido) y me penalizaron aunque les justifiqué el olvido.
Nunca, nunca me han llamado para un curso, o para una oferta de empleo. (Espero que tengais más suerte que yo) No le intereso a ninguna empresa porque tengo "demasiada experiencia"; y a estas alturas me niego a trabajar 8 horas por 600€!!
Así que, aunque soy bastante mayor que tú, estoy en el mismo grupo, y hace ya mucho que no veo la tele porque me genera un mal rollo increíble.
Además tengo 3 hijos que quieren trabajar y estudiar a la vez y no pueden.
Que encuentran trabajos en los que se tienen que hacer autónomos para poder trabajar, y que una de ellas nos ha costado dinero el que estuviera 3 meses de verano trabajando.
Así que, no puedo más que darte la razón.
Me voy a ver si hago tus tartitas, que esas si que endulzan la vida.
La realidad es tal y como la describes. Trabajos basura por dinero basura. Por desgracia, en este país tener estudios y experiencia se penaliza. Sólo se premia a los que salen de tertulianos, van a GH. Toda esa gente que van con lo justo para no hecérselo encima.
Como dices, la época en la que trabajaba gratis o en prácticas, hace años que la he dejado atrás.
Lo importante de todo ésto? Que estés recuperada, y que siempre me alegra tenerte por aquí.
Un besazo, Carolina.
Chapó!!!!! Y sí encima tienes hijos (seres que para muchos empresarios hacen que las madres sean unas irresponsables y falten y no atiendan debidamente a su trabajo) ni te cuento.
Y encima ni podemos quejarnos, y tenemos que oír caaaadaaa cosa…..
Muchos besos y gracias por compartir tus opiniones.
Ay Natalia… Siempre me alegra asomarme a tu cocina por las delicias que compartes a través de ella, pero es que hoy me alegro doblemente por tener la oportunidad de leer tu reflexión… o no, porque en el fondo, lamento cada caso como el tuyo, como el mío, como el de tantos y tantas…
Te doy las gracias por ejercer públicamente el único derecho al que nos hemos visto abocados, que no es otro que el del pataleo. Quizás todos y todas los/as que nos vemos en una situación económico-laboral acuciante, deberíamos hacer lo propio, unir nuestras voces y alzarlas bien alto. Parece mentira que nos dejemos arrastrar a lo más hondo sin permitir que la indignación traspase la puerta de nuestras casas, con la cremallera puesta cual mudos apaleados.
Te deseo toda la suerte del mundo para que tu situación mejore y mientras tanto, intentaremos luchar desde las "trincheras" por nuestros derechos más básicos que se están yendo al garete a la velocidad de la luz.
Gracias también por quitarnos el mal sabor que deja la amargura en la boca, con estas maravillas que se deben de comer solas y con los ojos cerrados… Casi puedo oler el estupendo aroma que han debido dejar en tu cocina.
Un besiño grande de esta gallega que, aún si conocerte personalmente, te aprecia y valora. (Discúlpame por extenderme tanto)
Yoly
Muchas gracias, guapa! ¿Cuándo vienes?
Hola Yoly!
La verdad, no me gusta nada mostrar cómo me siento en público, pero a veces, no queda más remedio. Sobre todo, ante situaciones como ésta, en la que por desgracia, nos encontramos muchos. Y qué quieres que te diga? que me ha sentado bien.
Como dices, la palabra "derechos" me parece que es otra de esas que pasará a la historia y olvidaremos que algún día existieron.
Como siempre, encantada de tenerte por aquí!
Un besazo!
Que bonitas, la decoración me encanta y el relleno delicioso.
En cuanto a la situación actual, te juro que si no tubiese hijos, me liaba la manta a la cabeza y lo mandaba todo a paseo, mira si estoy cansada de tanta mentira y tanta injusticia.
Esperanza, es lo único que no debemos perder.
Totalmente de acuerdo, a veces se le llena a una tanto el vaso que no puede evitar explotar!!
Esta situación me saca de quicio, cómo engañan mientras se están llenando los bolsillos y no pasa nada, mientras tanto, demasiadas familias con problemas para llegar a fin de mes y subsistiendo gracias a la ayuda de la familia. Es de locos, unos tramos de edad no interesan porque tienen experiencia y le tienen que pagar un sueldo alto y a los jóvenes que empiezan a trabajar más de lo mismo, a mi hija, graduada en derecho y dos máster la llamaron de una empresa para trabajar de telefonista, por 600 euros y 8 horas ampliables a lo que hiciera falta, lo mal que lo van a pasar estas criaturas para buscarse un futuro. A mi pareja como tiene más de 55 ya ni lo llaman a trabajar, esperarán que cumpla la edad de jubilación y un problema menos, hartita estoy también.
Me alegras el día con estas empanadas tan chulas que haré pronto, me encantan!!!
Besotes guapa!!!
Tienes toda la razón, Rosa.
¿Verdad? En fin…., espero que pronto todos podamos salir de esta situación que nos ha venido impuesta, en la que muchos no nos resignamos a continuar.
Mucha suerte para ti también!
¡Gracias, siempre encantadora! ¡Feliz semana!
Te deseo toda la suerte del mundo en encontrar trabajo, yo solo trabajo dos días a la semana pero ,me siento privilegiada por qué de esa manera meto un sueldan en casa y me puedo ocupar yo de casa y como mi marido trabaja no me puedo quejar.
Tus tantitas una gozada se ven de lo más apetecible.
Besos crisylaura.
Una entrada muy personal y muy interesante, con la que estoy completamente de acuerdo. Muchas gracias por la receta. Un beso,