Galletas: Crinkles de Limón y Cardamomo

Aunque no os lo creáis, nunca había hecho estas galletas: crinkles (galletas craqueladas para entendernos todos) Y no será porque las redes sociales no estén llenas de ellas: de chocolate, red velvet… Pues hoy os traigo unas crinkles de limón y cardamomo. Además son tan fáciles de hacer, que podéis aprovechar estos días en los que estáis con los niños en casa y ya no sabéis que hacer para tenerlos entretenidos un rato.

¿Y cuál es el origen de estas galletas? Pues como todo en esta vida, siempre hay alguien peleándose por ver quién fue el primero. La disputa está entre Alemania y Bélgica. Y posiblemente gane Bélgica, porque parece que en un principio se inspiraron en un brioche de origen belga llamado kringle. Sea como sea, se popularizaron en Estados Unidos, convirtiéndose en una receta típica de Navidad.

La verdad es que yo había pensado hacerlas estas navidades, pero como siempre, la falta de tiempo me obligó a quitarlas de la lista. Pero como lo de esperar a diciembre para probarlas no me apetecía, he aprovechado estos días de confinamiento.

La receta original es de Patry, Sabores y Momentos, uno de mis blogs de lectura obligatoria casi desde que comencé en este mundillo. Yo les he añadido cardamomo, porque ya me conocéis, ¡no podría vivir sin él!

Crinkles de Limón y Cardamomo

Fuente: Sabores y Momentos

Ingredientes:

• 300 gr de harina
• 100 gr de azúcar
• 100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
• Ralladura de un limón
• Zumo de 1 limón
• 1 Huevo M
• 1 Tbsp (cucharada) de levadura química/polvo de hornear
• 1 tsp (cucharadita) de cardamomo en polvo (opcional)
• 1 pizca sal

     Para la cobertura

• Azúcar glas
• Azúcar blanquilla

Elaboración:

1. En un bol mezclamos mantequilla, ya sabéis que debe estar blanda, con harina y azúcar. Podemos mezclar con la batidora o a mano sin ninguna dificultad. Debemos tener una textura similar a la masa quebrada.
2. A continuación añadimos el zumo y ralladura de limón, levadura, cardamomo y huevo batido. Mezclamos, aquí mejor lo hacemos a mano, hasta formar una bola uniforme y suave.
3. Envolvemos en film transparente y guardamos en la nevera al menos durante 1 hora.
4. Sacamos de la nevera y formamos bolitas del tamaño de una pelota de pin pon.
5. Vamos pasando primero por azúcar blanquilla y seguidamente por azúcar glas. Tienen que quedar bien impregnadas de azúcar.
6. Precalentamos el horno a 180º.
7. Colocamos sobre una bandeja de horno forrada con papel de horno. En este momento podemos llevarlas de nuevo a la nevera unos 20 minutos para que estén bien frías. Haciendo esto el craquelado será aún más perfecto.
8. Horneamos a 180º durante unos 12 minutos o hasta que se haga bien el craquelado.
9. Retiramos del horno y dejamos reposar en la bandeja durante 5 minutos.
10. Luego pasamos a una rejilla para que se enfríen por completo.

Salen un montón de galletas. Suficientes como para sobrevivir a lo que queda de confinamiento 😉

Natalia.