Lo tengo claro. Las galletas Springerle son las más bonitas del mundo. Los moldes que se utilizan para hacerlas enamoran a cualquiera. Una vez que los ves, quieres tenerlos en tu poder y convertirlos en tu tesoro. Conozco y he probado alguna galleta alemana más, pero sin duda éstas son las más sorprendentes y especiales. Esos relieves con tantos detalles, la infinidad de temáticas que podemos encontrar en los moldes… Solo he necesitado probarlas para que me conquistaran definitivamente.
Pero no os voy a engañar. No son unas galletas sencillas. Requieren trabajo y paciendia, aunque una vez que les coges el truco, las siguientes veces que las hagas serán más fáciles. Desde tener que blanquear los huevos hasta dejarlas secar casi 36 horas antes de hornearlas, no son unas galletas para tenerlas listas en una tarde. Pero merecen la pena.
Poner en Google Springerle es un deporte de riesgo. Imposible ver una única receta con las mismas cantidades de ingredientes. Pero no vayáis a pensar que hay diferencias sustanciales entre ellas. Lo que más me llama la atención es que de las miles que podéis encontrar en la red, solo cambian unos pocos gramos. Unos diez gramos más aquí, otros cinco gramos menos allí… Lo que me lleva a pensar que existe una única receta que ha ido cambiando según la mano del que la hace. El problema viene a la hora de hornear. Y aquí es donde podemos sufrir un colapso absoluto. Temperaturas y tiempos completamente dispares. ¿Y qué nos indica eso? Que cada horno funciona de manera diferente y que tienen vida propia. Por lo que se trata de probar y anotar hasta que obtengamos el resultado deseado.
Como recetas hay muchas, os dejo el enlace de las tres que a mí personalmente me gustan más. Por claridad en las explicaciones, por fotos, y porque son los tiempos y temperaturas de horneado que más se ajustan a la realidad. Y son: Sweet & Sour, Pues toma 2 tazas y El Rincón de Bea. Solo tenéis que pinchar en cada uno de los enlaces para ver sus recetas.
En cuanto a los moldes, podéis encontrar casi todos los que queráis en Cukiart. Es una tienda especializada en estas galletas. Encontraréis los moldes clasificados por temáticas, de diferentes tamaños, cortadores y también ingredientes, como el Hartshorn (o carbonato de amonio) y que es el impulsor que se utiliza en su elaboración. Otra tienda donde también podéis encontrar los moldes y los ingredientes es María Lunarillos.
Estas galletas se caracterizan porque incluso después del horneado se mantienen blancas. Ésto se logra al blanquear los huevos, batiéndolos entre 15 y 20 minutos. Importante, no utilizar huevos de casa. Ya sé que son mucho mejores (desde hace bastante tiempo son los únicos que tengo en casa, por suerte) pero será imposible logar blanquearlos como es debido. Por lo que de manera excepcional, y solo para esta receta, voy al supermercado a comprar huevos.
Otro paso importante, es que las galletas deben estar bien secas antes de hornearlas. Por eso, una vez formadas las dejaremos a temperatura ambiente y sin cubrir entre 24 y 36 horas. A medida que va pasando el tiempo irán blanqueando más, se formará una costra dura por encima, y en la base aparecerá un círculo más blanco alrededor. En ese momento estarán listas para ser horneadas.
Los moldes hay que enharinarlos muy bien. Si no lo hacemos, se nos pegará la masa y además de tener que volver a empezar, se nos complicará el asunto, porque se quedará en todos los recovecos. Y es bastante difícil sacarla.
Así las he preparado yo…
Galletas Springerle
Ingredientes:
- 1/4 de cucharadita (tsp) de Hartshorn (carbonato de amonio)
- 1 cucharada (tbsp) de leche
- 450 gr de harina (más la que necesitemos añadir una vez tengamos la masa casi lista)
- 370 gr de azúcar glas
- 3 huevos L
- 60 gr de mantequilla en pomada
- 1/4 cucharadita (tsp) de sal
- 1/4 cucharadita (tsp) de aroma de anís
Elaboración:
- En un vaso ponemos leche y hartshorn. Mezclamos y dejamos reposar durante 1 hora.
- Batimos los huevos hasta que blanqueen y hayan doblado su tamaño, entre 15-20 minutos. Sin dejar de batir, vamos añadiendo azúcar glas, hasta que esté completamente integrada.
- A continuación agregamos la mantequilla, en pomada y cortada en daditos, y continuamos batiendo para integrarla.
- Incorporar la mezcla de leche, sal y aroma. Batimos de nuevo.
- Ahora, aunque en la mayoría de las recetas se añade la harina mezclando con el accesorio de la pala, personalmente prefiero añadirla y mezclarla a mano con una espátula.
- Integramos toda la harina. Luego empezaremos a amasar a mano, añadiendo un poco más de harina, poco a poco, hasta que tengamos una masa que no se nos pegue a las manos. Estiramos ligeramente, envolvemos en film y dejamos reposar en la nevera durante 45-60 minutos.
- Enharinamos muy bien la superficie de trabajo, colocamos la masa y estiramos dejándola de un grosor aproximado de un dedo.
- Espolvoreamos con harina el molde (podemos ayudarnos de un pincel y así retirar el exceso) y presionamos con firmeza sobre la masa. Retiramos con cuidado. Cortamos y con la ayuda de una espátula pasamos la galleta a una bandeja de horno cubierta con papel.
- Repetimos la operación hasta terminar la masa.
- Dejamos secar entre 24 y 36 horas. Temperatura ambiente y sin cubrir. Hasta que como os indicaba anteriormente, la base se vaya secando alrededor.
Horneado:
- Debéis probar vuestro horno. Hornear un par de galletas de cada vez y anotar temperatura y tiempos. Las galletas más grandes se hornearán a temperatura más baja, y las más pequeñas se puede subir la temperatura 10 grados y reducir tiempo de horneado.
- Colocaremos la bandeja siempre en la parte más baja del horno, precalentado.
- Con los dedos humedecemos la base de la galleta, por la parte que continúa húmeda. Ésto ayudará a que la galleta se rompa al hornear de manera que solo crezca hacia arriba, sin expandirse hacia los lados y así mantenga su forma.
- ¿Temperatura y tiempos que a mí me han funcionado? Para estas galletas, hechas en dos hornos diferentes las que os indico: 130º 22 minutos, y 140º 15 minutos. Espero que os sirva de orientación.
- Las retiramos del horno, las dejamos reposar 5 minutos antes de pasarlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
- Luego las guardaremos en una lata bien cerrada. Estarán mucho más ricas pasados un par de meses…, pero a ver quién es el valiente que aguanta tanto tiempo.
RESUMIENDO:
- No probar la masa. El carbonato de amonio es irritante. Aunque se evapora en el horneado, no conviene probar la masa cruda.
- Enharinar muy bien la mesa de trabajo y los moldes para evitar disgustos.
- Blanquear muy bien los huevos.
- Dejar secar las galletas antes de hornear.
- Humedecer la base.
- Probar nuestro horno. Cada uno es un mundo. Los tiempos y temperaturas que os indico son los que me han funcionado a mí. Pero os aviso de que he hecho muchas pruebas. Eso debéis hacer vosotros.
- NUNCA deben dorarse.
- ¿Se hinchan las galletas? tranquilos. Debe ser así. Eso indica que están bien horneadas.
- Que no os sorprenda su textura. Es así. Son unas galletas ligeramente abizcochadas.
- Aunque las originales se hacen con aroma de anís, podéis utilizar el que más os guste.
Creo que no me dejo nada en el tintero… Y ¡es la entrada más larga que he escrito en el blog! Ya que estamos en Pascua, este conejito es el regalo perfecto para ahijados y padrinos.
Natalia.
¡¡Qué pasada de galletas!! La verdad es que siempre me han llamado la atención las springerle. Le consultaré a mi familia alemana sobre ellas pero sin duda algún día quiero hacerlas.
¡Me ha encantado la entrada, Natalia!
Uyyyyy, seguro que ellos tienen la receta buena. La verdad es que son preciosas. Me alegro que te haya gustado!
En lugar de bicarbonato de amonio se puede usar polvot Royal? No logro encontrarlo.
No, estás galletas tienen que hacerse con ese ingrediente. Lo tienes en tiendas especializadas de repostería. Online también en Maria Lunarillos.
¿Te puedes creer que no las conocía? ¡Y mira que soy dulcera! Me parecen preciosas… y tienen que estar riquísimas! Feliz tarde!
¡Gracias!!!
Hola. Sí en mi país no consigo el carbonato de amonio, con que puedo sustituirlo???. Gracias.
Es uno de los ingredientes necesarios y que forma parte de la receta original de estas galletas.