Hoy es uno de esos días importantes que tengo marcados en rojo en el calendario. ¿Por qué lo digo? pues porque hoy es el día del reto Bake The World, y para mi, una adicta al pan, se ha convertido en una cita mensual ineludible, incluso aunque haga calor y encender el horno se convierta en un deporte de riesgo.
Este mes nos han propuesto preparar unos Grissini.
La verdad, es que debe ser uno de los panes más conocidos en todo el mundo. ¿Quién no se ha comido un Grissini, colín o cualquier otro tipo de pan alargado, estrecho y crujiente? Con un buen plato de jamón son el acompañamiento perfecto!
He investigado un poco acerca del origen de este pan, y parece que lo único que está claro o en lo que se han puesto de acuerdo, es que proviene de la zona del Piamonte, en Italia.
Por lo visto, la leyenda más extendida acerca de su origen, es la de la enfermedad del príncipe Víctor, hijo del Rey Víctor Manuel II, quien encargó a un panadero de Turín que elaborara un pan sin miga y así ver si su hijo mejoraba. Parece ser que ésto pasó en el siglo XIX. Yo para mi que el problema del chico es que era celíaco…
Sin embargo, otros frikis del pan, dicen que su origen se remonta al Siglo XVII también en el Piamonte…, así que ¿quién lo sabe?
Quizás Jordi Hurtado podría darnos más datos… Deberíamos preguntarle…
Lo que sí os puedo confirmar, es que son muy fáciles de hacer, y que he descubierto que están mucho más ricos que los que nos ponen en los restaurantes italianos.
¿Y cómo los he hecho? Pues mi carpeta de los deseos me ha venido genial. Es una carpeta que tengo desde hace años (muchos, ya he perdido la cuenta…) en la que he ido guardando recetas que siempre he querido hacer: recortes de revistas, recetas que apuntas no sabes dónde, otras que te han ido dando… Al final ni siquiera sabes quién te las ha dado o de dónde las has sacado. Yo creo que esa carpeta fue el inicio de lo que hoy es Pinterest!
Pues eso, recordé que hace mucho tiempo los había hecho, y rebuscando en la famosa carpeta, encontré la receta, un mini recorte que ni siquiera puedo determinar su origen…
Y esta es…
Ingredientes.-
- 240 ml de agua templada
- 1 sobre de levadura seca de panadería
- 1 cucharadita de miel
- 260 gr de harina de fuerza
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 yema de huevo, 1 cucharada de leche y pizca de sal (para pintar)
- semillas, sal en escamas… para decorar
Preparación.-
Como vais a ver, son muy fáciles de hacer, y muy rápidos.
En una jarra, ponemos el agua templada, la miel y el sobre de levadura. Removemos para que todo se mezcle bien, y dejamos reposar durante 10 minutos, para que la levadura actúe. Pasados los 10 minutos, se habrá formado una capa de burbujas en la parte de arriba.
Si no tenéis levadura seca de panadería, se puede sustituir por 15 gr de levadura fresca, y se hará lo mismo.
Poner harina, sal y aceite en un bol, y mezclar. Incorporar la mezcla de agua y levadura. Mezclar con ayuda de una cuchara de madera, y luego metemos las manos y amasamos hasta que tengamos una masa muy elástica pero que no se pegue a las manos (igual necesitáis añadir un poco más de harina)
Formamos una bola, la ponemos en un bol, tapamos y dejamos reposar durante 1/2 hora.
Pasado el tiempo de reposo, amasamos de nuevo ligeramente, y estiramos con la ayuda de un rodillo formando un rectángulo. Cortamos la masa en tiras (bastante finas), las colocamos sobre la bandeja de horno, y dejamos reposar otra 1/2 hora.
Precalentamos el horno a 200º.
Batimos la yema de huevo con una cucharada de leche y pizca de sal, y pintamos todos los bastones (dando una primera capa y dejándola secar antes de darle una segunda capa, quedarán mucho más dorados)
Espolvorear con semillas. Yo he utilizado semillas de amapola y sal en escamas.
Horneamos durante 15 – 20 minutos, a 200º, hasta que estén dorados.
Y listos! Con estas cantidades salen unas 2 docenas.
La verdad es que están buenísimos, y son un aperitivo perfecto. Además, son tan fáciles de hacer, que a mi no me da ninguna pereza hacerlos, porque el resultado merece la pena. Los podéis decorar con las semillas que más os gusten. Por ejemplo, con pipas y cacahuetes, también están geniales. Es más, cuando los hagáis vais a ver que realmente se comen como si fueran pipas!
Espero que os gusten, y que los hagáis. Y ya sé que soy una pesada, pero me encanta ver las fotos de las cosas que hacéis. Podéis dejarlas en la página de Facebook de Con Harina en Mis Zapatos. ¿Os animáis?
Pues con ésto y un bizcocho…, nos vemos el mes que viene!
En casa hemos tenido consenso: han triunfado. 4 bandejas de horno llenas, duraron un día y unas horas. Supongo que toca hacer más…
Pintaza para un sano picoteo!!!!! se me hace la boca agua…
¡Es que están buenísimos!
Gracias!
Menudo reto más interesante! y la receta más!! te han quedado estupendos Natalia!
Un besito!
Tamara&Gemma
El Secreto Endulzado
Hola Natalia! A mi estos grisinis me han encantado!
Un beso.
Te han quedado con una pinta increíble!!! Se ven deliciosos y con un color precioso. La verdad es que resultan toda una tentación.
Me encantan estos retos porque nos permiten ver diferentes variantes de una misma receta y además podemos conocer otros blogs, como ha sido este caso. Encantada de saludarte.
Un besito,
¡Tenéis que probarlos!
Gracias!
¡Muchísimas gracias! Me encanta hacer pan, y participar en Bake The World es un aliciente para aprender a hacer cosas nuevas.
Encantada de tenerte por aquí!
Un besazo!
Preciosos!!!! Me los quedo y me los guardo en mi carpeta de pendientes.
Saludos,
Olga