Pues sí, lo prometido es deuda, como dice mi amigo Fernando, aquí está «Il Pandoro di Nati», ¿o debería decir mi tesooooro? (sí, he puesto el tono de voz de mi querido Gollum) Además es MI TESORO, con mayúsculas y todavía me quedo corta. Porque si hay un plan para pasar un domingo sin salir de casa, combinando delantal, pijama «chechi» y unos pelos de alguien recién salido del frenopático, es programar (sí, he dicho programar) la elaboración de un Pandoro.
Porque alguien como yo, que lleva un calendario con las recetas que tengo que preparar cada semana, programa la fecha exacta en la que hacer Il Pandoro. Así que aunque el Sr Harina había planeado ir al cine esa tarde, ese plan fue cancelado porque nada ni nadie podía interferir en la «operación Pandoro»
Llevo dos años intentando hacerlo (hacerlo bien, quiero decir) He probado varias recetas y siempre han sido un fracaso. Amasados imposibles, masas que no suben, desastres en el horno… Con los consiguientes cabreos y berrinches.
Por eso este año decidí que era la última oportunidad que le brindaba. Si lo intentaba de nuevo y fracasaba, el molde se iría directamente a la esquina más profunda y oscura de mi trastero, de donde nunca más saldría.
Uno de los libros que durante este año han ampliado mi colección es el de Pan y Dulces Italianos de las Hermanas Simili. En el podéis encontrar recetas fantásticas de panes y otros tipos de masas. Y por supuesto, no podía faltar la receta del Pandoro. Y ésta es la que he hecho.
Y para mi es la receta perfecta, ¿por qué? Porque si sigues sus instrucciones al pie de la letra, sin cambiar una coma, sin adelantar ni retrasar tiempos de levado, será un éxito. Lo único que he modificado es el tiempo de horneado, porque para un Pandoro de este tamaño, el tiempo que se indica en la receta es insuficiente.
El primer intento lo hice la semana pasada, y fue cuando me di cuenta de que esta receta funcionaba, porque la masa era perfecta. Amasados y tiempos de levados y reposos hechos tal y como las hermanas indicaban, preparación del molde exactamente como ellas contaban, dieron como resultado un Pandoro al que sólo le faltó un poco más de tiempo en el horno, pero que estaba delicioso. Así que decidí que este domingo sería la fecha en la que repetir de nuevo mi operación.
Y éste es el resultado.
Casi doce horas después de «iniciar maniobra de aproximación» salió del horno un Pandoro que aparentemente parecía perfecto. Y digo parecía, porque tuve que esperar a la mañana siguiente para poder cortar y ver qué había dentro.
A la mañana siguiente, cuchillo en mano temblorosa, lo abría con un ojo abierto y otro cerrado, aguantando la respiración. Y fue en ese comento cuando casi se me saltan las lágrimas. Una miga perfecta, sin zonas huecas, y un olor indescriptible.
A la mañana siguiente, cuchillo en mano temblorosa, lo abría con un ojo abierto y otro cerrado, aguantando la respiración. Y fue en ese comento cuando casi se me saltan las lágrimas. Una miga perfecta, sin zonas huecas, y un olor indescriptible.
¿El truco? Ser fiel a la receta y usar huevos de gallinas conocidas.
PANDORO SEGÚN LA RECETA DE LAS HERMANAS SIMILI
CÓMO PREPARAR UN PANDORO CON ÉXITO
Ingredientes:
1. Para el Lievitino:
- 15 gr de levadura fresca
- 60 ml de agua templada
- 50 gr de harina de fuerza
- 1 cucharada (tbsp) de azúcar
- 1 yema de huevo M
2. Primera Masa:
- 200 gr de harina de fuerza
- 3 gr de levadura fresca
- 25 gr de azúcar
- 30 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 cucharaditas (tsp) de agua
- 1 huevo M
3. Segunda Masa:
- 200 gr de harina de fuerza
- 100 gr de azúcar
- 2 huevos M
- 1 cucharadita (tsp) de sal
- semillas de una vaina de vainilla
- 140 gr de mantequilla en trocitos y a temperatura ambiente (para hojaldrar)
MOLDE: Especial para Pandoro, de metal para 750gr-1 Kilo, como éste que podéis ver AQUÍ
Elaboración:
Cómo preparar el lievitino:
Disolvemos la levadura en agua templada, y añadimos el azúcar, la yema de huevo y la harina. Con unas varillas, batimos muy bien hasta que todo esté completamente integrado y tengamos una mezcla muy suave. Cubrimos con film, y dejamos fermentar durante 60 minutos (tiene que doblar su tamaño)
Preparar la primera masa:
Disolvemos los 3 gr de levadura fresca (exactamente pesados) en las 2 cucharaditas de agua, y lo añadimos al lievitino, junto con el azúcar, la harina y el huevo. Mezclamos y amasamos hasta que esté bien unido. Cubrimos de nuevo y dejamos reposar en un lugar cálido durante 45 minutos, hasta que doble su tamaño.
Preparar la tercera masa:
Cuando tengamos la segunda masa lista, añadimos los huevos (ligeramente batidos), azúcar, harina, sal y la vainilla. Amasamos durante unos 10 minutos, hasta que tengamos una masa suave y elástica. La aplastamos, y la doblamos sobre sí misma. Engrasamos un bol, y colocamos la masa dentro. Cubrimos y dejamos reposar hasta que doble su tamaño durante 1 hora, o una hora y media (en mi caso ha estado 1 hora y media exacta) Pasado este tiempo de reposo, metemos el recipiente con la masa en la nevera durante 40 minutos.
Hojaldrar la masa:
Sacamos la masa de la nevera y la extendemos con un rodillo dándole forma de cuadrado. Repartimos la mantequilla, cortada en cubitos y a temperatura ambiente, y doblamos las cuatro esquinas, llevándolas hacia el centro, presionando ligeramente para fijar tanto la masa como la mantequilla.
El procedimiento es muy similar a la preparación del hojaldre. Extendemos con cuidado la masa, formando un rectángulo, y luego la doblamos en tres. Envolvemos en film transparente, y dejamos reposar en la nevera durante 20 minutos. Hacemos ésto dos veces más, es decir, estiramos y plegamos la masa en tres, durante tres veces, y entre plegado y plegado, dejamos reposar en la nevera 20 minutos.
Durante éste último reposo, preparamos el molde. Cortamos un cuadrado de papel de aluminio (de unos 30 cm), damos la vuelta al molde, pintamos la cara externa con un poco de mantequilla,y colocamos el papel de aluminio, fijándolo bien para darle la forma del molde. Una vez hecho ésto, damos de nuevo la vuelta al molde, y colocamos el papel de aluminio dentro, y lo pegamos bien. Pintamos muy bien todo el molde con mantequilla fundida, incluido el papel de aluminio, llegando a todas las aristas.
Después del último tiempo de reposo en frío, formamos una bola, colocando los bordes debajo, y la giramos presionando ligeramente con las manos (igual que si boleáramos una masa de pan, pero con un poco más de cuidado)
Metemos la masa en el molde, con la parte redonda hacia abajo (sí, la parte redonda SIEMPRE hacia abajo) Cubrimos y dejamos fermentar en la zona más cálida de casa. Es importante que la masa sobresalga del borde del molde antes de hornear. Y aquí es donde tendréis que armaros de paciencia, porque puede tardar horas y horas. En mi caso ha estado casi 6 horas exactas.
MOMENTO HORNO:
Como os decía, lo único que he tenido que cambiar son los tiempos de horno, porque creo que en nuestros hornos, los tiempos que indican en la receta no funcionan.
Un Pandoro de este tamaño, estará listo en unos 50-60 minutos. Éstos son los tiempos que yo he usado:
Con el horno precalentado a 180º, lo he horneado durante 10 minutos. Luego he bajado la temperatura a 160º y lo he tenido durante 50 minutos más. Pasados los primeros 10 minutos, lo he cubierto con papel de aluminio para que no se queme.
Pero no sólo eso. Os cuento el truco del almendruco que he encontrado leyendo varios manuales y alguna web, entre otras ésta que podéis ver AQUÍ, y con el que no hay fallo. Con un termómetro con sonda (yo uso el de IKEA, que es una maravilla), comprobáis la temperatura en el centro. Si está a 96º, es que está listo. Y ésto sí que es ciencia exacta. Y lo mejor para asegurarnos de que está hecho.
Sacamos del horno, dejamos atemperar dentro del molde unos minutos, y luego volcamos sobre una rejilla y dejamos enfriar completamente.
Y ya está. Tendréis un Pandoro perfecto y delicioso, con el que se os caerán las lágrimas cada vez que comáis un trocito.
Si respetáis todas las instrucciones, tiempos de reposo y amasado, saldrá. Y saldrá perfecto, os lo aseguro. Yo lo he conseguido, ¿no?
Espero que os animéis a prepararlo este fin de semana, y que me contéis. De verdad que aunque puede parecer muy laborioso, el resultado merece la pena. Además, ¿no creéis que es un desayuno ideal para el día de Navidad? Yo ya estoy programando la próxima «operación Pandoro».
Te lo acabo de decir en FB. La paciencia de preparar esta receta tal cual viene en el libro es merecedora de hacerle la ola a cualquier persona que se atreva con el Pandoro. Impecable.
¡Ay, Natalia! Que llevo día y medio pegada a mi primer experimento de Pandoro y digo experimento porque aunque ya casi ha terminado el último levado y ya casi asoma por fuera del molde, hasta que no lo vea horneadito y cortadito (como nos cuentas en tu post), no respiraré tranquila. ¡12 horas le ha costado levar al mío y eso que le he ayudado con un poquito de horno atemperado!)
Y ahora sí, ahora tengo que darte mi más sincera ENHORABUENA. Este Pandoro tuyo es una auténtica obra de arte. Las Simili estarían muy orgullosas de ti (he seguido la misma receta aunque un poquitín adaptada por Miriam García). ¡Es un auténtico PAN DE ORO! ¡Qué miga, qué corte, qué color! ¡BRAVO, BRAVÍSSIMO, RAGAZZA! Jajaja
¡Te mando un abrazo muy grande y un montón de besiños que te lo mereces por sacar adelante una receta como ésta con un resultado tan espectacular, doy fe que sí!
Yoly
Que alegria encontrar tu post hoy en el Google+! Este Pandoro (el mismo MISMO) es mi proyecto del fin de semana y me va de perlas tu ajuste en el horneado: gracias!!!
Yo tambien llevo un par de fracasos (con el pandoro y el 'maldito' Panettone – todo el mundo lo consigue menos yo!!). Pero al hojear la receta de las hermanas Simili y leer "siempre sale bien" decidí darme una nueva oportunidad :)))
Te ha salido estupendo! Ver tu receta me anima aún más!!
Un abrazo y FELICES Fiestas
Esa paciencia se ha visto recompensada.
¡Cómo te pasas! ¿No crees que te ha faltado algún piropo?
Muchísimas gracias!!!!
Merece la pena intentarlo. Y ya ves que si se respetan todos los pasos, sale el Pandoro, el de verdad. Así que ya me contarás, porque estoy segura, te va a quedar de cine.
Un besazo!
Hola, Buenas tardes. He hecho la receta tal como viene en el libro. Al pie de la letra. Y me ha quedado una masa pegajosa imposible de manejar. Llegué hasta el momento de hojaldrar y fue imposible porque la masa se me pegaba completamente, como si le faltara harina.
He utilizado la harina de fuerza de harimsa. Lo que sí hice fue medir el agua en lugar de pesarla y también veo que en la segunda masa, para disolver los 3 gr de levadura le puse dos cucharadas de agua en lugar de dos cucharaditas que le pusiste tú.
He amasado con la Kitchen aid con el gancho. Qué crees que le pudo pasar?
Muchas gracias
Para empezar ya has puesto más agua de la indicada….
Yo lo único que tuve que cambiar de la receta del libro, fueron los tiempos de horneado. El resto, respetando ingredientes y tiempos, está bien. Quizás te faltó harina o más tiempo de amasado. O la temperatura de la mantequilla era excesivamente blanda… Nunca he usado esa harina, así que no puedo decirte qué hidratación admite.
Yo puedo asegurarte que si sigues la receta tal y como yo indico, sale. Yo necesité varios intentos hasta que le pillé el truco.
Juraría que en la receta del libro ponía 2 cucharadas de agua. La volveré a repasar. Y a intentarlo otra vez aunque creo que seguí las instrucciones del libro al pie de la letra. Muchas gracias por contestar tan rápido.