Pastel de Ricotta y Limón

Hace unas semanas, mi cara fue de felicidad absoluta al descubrir que de nuevo en Hipercor tenían queso Ricotta. Parece que por fin todas mis plegarias han sido escuchadas. Se acabaron las tardes de peregrinación de tienda en tienda. Buscando un producto al que a muchos parece que les suena a chino. Aunque no lo diré muy alto, porque Oviedo es así. Te ponen el caramelo en la boca para quitártelo sin previo aviso unas semanas después…

Y como dicen que en casa del pobre la alegría dura poco, vamos a aprovechar el momento. Os traigo un pastel fácil y riquísimo. Además, ya que el próximo domingo es el Día del Padre, nos puede servir como regalo o postre para nuestros papis, ¿no os parece?

Y ya sabéis que si digo que es fácil «ESLO». Aunque la verdad, nada que lleve queso puede estar malo.

El queso ricotta es una especie de requesón, y uno de los ingredientes fundamentales de la gastronomía italiana. ¿Quién no ha probado alguna vez los cannoli? Los de verdad (y no los que hacen en muchos restaurantes por aquí) llevan este queso. Un queso suave, ligeramente granulado y con una textura blanda, que lo hacen perfecto para elaborar infinidad de postres.

Fuente: Italian Food Forever

Ingredientes:

170 gr de mantequilla en pomada
170 gr de azúcar
ralladura de 3 limones grandes
1 cucharadita (tsp) de zumo de limón
3 huevos M
250 gr de queso Ricotta
70 gr de harina

Elaboración:

Precalentamos el horno a 160º. Preparamos un molde desmontable de 20 cm
Separamos claras y yemas.
Montamos las claras con una pizca de sal hasta que se formen picos duros.
Batimos muy bien mantequilla y azúcar. Incorporamos las yemas y seguimos batiendo. A continuación agregamos la ralladura y el zumo de limón, y el queso ricotta. Batimos bien hasta tener una mezcla homogénea.
Incorporamos la harina y mezclamos bien.
Por último, vamos añadiendo el merengue montado. Lo haremos poco a poco, y mezclaremos con movimientos envolventes ayudándonos de una espátula.
Vertemos la crema en el molde, y horneamos a 160º durante unos 45 minutos, o hasta que al pinchar en el centro el tester salga limpio.
Retiramos del horno y dejamos reposar dentro del molde unos minutos.
Cuando esté ligeramente templado, desmoldamos y pasamos al plato en el que vayamos a servirlo
NOTA: En la receta original se añaden 2 cucharaditas (tsp) de levadura. Personalmente, me gusta mucho más la textura sin la levadura. Es una textura de pastel de queso. Lo hemos probado de ambas formas, y por mayoría abrumadora decidimos que sin levadura.