Hacía tanto tiempo que no comía suspiros de Cudillero, que casi me había olvidado de ellos. Pero cuando hace unos días el gran chef asturiano Adrián Mancheño los preparó en directo en su Instagram, rápidamente me puse manos a la obra. Y en cuanto los probé, recordé de nuevo esos momentos en los que, a veces con lo más sencillo, es con lo que más disfrutas.
Cudillero posiblemente sea uno de los pueblos más bonitos de Asturias. Bueno, solo uno de ellos, porque en esta tierra tenemos LOS PUEBLOS más bonitos de España 😉 . Una villa marinera conocida por la calidad de su pescado, pero también por sus dulces. Como estos suspiros. Es una receta muy sencilla, así que podéis aprovechar para prepararlos estos días. Si no los conocéis, os encantarán. Y para los que haga tiempo que no los coméis, es un buen momento para recordar.
Aunque no es obligatorio, os recomiendo hacerlos con mantequilla clarificada. Además de limpiar las posibles impurezas (si la mantequilla es buena, estas serán mínimas), lograréis un sabor más intenso. A continuación os explico brevemente cómo clarificar mantequilla.
Clarificar Mantequilla:
Ponemos la mantequilla en un recipiente y calentamos al Baño María hasta que se haya derretido. Cuando esté completamente derretida, pasamos a un recipiente de cristal para que veamos claramente las capas que se formarán: suero (la de abajo), mantequilla (la del centro) e impurezas. Dejamos reposar hasta que veamos que se han formado dichas capas. Con una cuchara, retiramos la espuma o impurezas, quedándonos solamente con la manteca. Dejamos enfriar. El suero podemos utilizarlo en otras recetas, por ejemplo pan, o desecharlo.
Suspiros de Cudillero:
Ingredientes:
- 350 gr de mantequilla clarificada (al clarificar nos quedarán unos 250 gr de mantequilla)
- 150 gr de azúcar
- 2 claras de huevo
- 500 gr de harina
- mezcla de azúcar y canela para rebozar
Elaboración:
- Lo primero que haremos será clarificar la mantequilla siguiendo las indicaciones que os he dicho antes, de tal manera que la dejemos reposar y enfriar. Repito, si no queréis, podéis hacerlos directamente con 250 gr de mantequilla.
- Batimos mantequilla y azúcar hasta tener una crema. Añadimos las claras de huevo, semi batidas, y mezclamos bien.
- Por último, añadimos la harina. Mezclamos hasta tener una pasta homogénea.
- Precalentamos el horno a 180º.
- Vamos haciendo pequeñas bolitas y las colocamos sobre la bandeja de horno, previamente forrada, y aplastamos ligeramente.
- Horneamos a 180º durante unos 12-15 minutos, hasta que estén ligeramente dorados. El tiempo dependerá del tamaño, pero vigilad que no se doren o al enfriar tendremos galletas duras y no es lo que queremos.
- Pasamos por una mezcla de azúcar y canela y dejamos enfriar.
¿Habéis visto que fáciles? Pues aún están más ricos.
Natalia.
¡Qué buena pinta! es que son hasta bonitos.
Besos.
Gemeladas
¡Y riquísimos!